El tonalpohualli (cuenta de los días) se registraba en los códices llamados tonalamatl (libro de los días), especies de libros en piel de venado o papel de corteza a partir del cual un sacerdote (tonalpouhqui) determinaba las influencias que ejercían cada día, comunicando los días fastos y nefastos del ciclo para realizar determinadas acciones; como el ofrecimiento del recién nacido al fuego, el momento de sembrar el maíz o la fecha de iniciar una expedición comercial.
Comprendía un ciclo de 260 días, a cada uno de los cuales se asignaba una combinación de uno de los 20 signos de los días y un número de 1 a 13, representado por puntos. Por lo tanto, el almanaque estaba compuesto de 20 grupos de 13 días, con la primera trecena comenzando en 1-lagarto y terminando en 13-carrizo, la segunda entre 1-jaguar y 13-muerte, y así sucesivamente.